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Alpiarça

POR LA RESERVA NATURAL DEL CABALLO DE SORRAIA


Localizacón: Alpiarça
Punto de partida de la ruta: Reserva Natural del Caballo de Sorraia
Coordenadas GPS (WGS84): 39.242092, -8.575890
Tipo de ruta: circular
Nivel de dificultad: muy fácil
Extensión: 10,2 kilómetros
Duración Aproximada: 3 horas
Subida Total: 54 metros
Descenso Total: 55 metros
Altitud Máxima: 42 metros
Altitud Mínima: 8 metros
Época Recomendada: Todo el año

La ruta se inicia en la Reserva y transcurre por campos fértiles y viñedos hasta la Vala Real de Alpiarça, pasando por el parque de Carril y por la Casa dos Patudos, y regresando al punto de partida por el complejo recreativo de Patudos.

En este lugar encontrará un establecimiento de hostelería y espacio para aparcar. La ruta se inicia por la alameda, en dirección opuesta a la entrada en la Reserva. Al cabo de unos trescientos metros, encontrará señalizado un portón que, una vez cruzado, debe dejar siempre cerrado. Siga el camino de tierra unos veinte metros, hasta ver a su derecha un sendero estrecho rodeado de vegetación que conduce a la albufera de Patudos. Aquí, gire a la izquierda siguiendo siempre por el camino que transcurre junto a la orilla.

En la albufera, entre muchas otras especies de aves, es común la gallineta (Gallinula chloropus). Después de pasar el puente de madera, siga de frente y gire a la derecha, pase todo el paredón de la presa y gire a la izquierda hacia la carretera nacional. Continúe por el lado izquierdo de la carretera y cruce en el paso de peatones. En frente, verá un denso cañaveral junto a la Vala Real de Alpiarça. Siga por el lado derecho de la zanja de drenaje que tiene delante y, al llegar al cañaveral, gire a la derecha. Unos ciento cincuenta metros más adelante, cruce el puente hasta la otra orilla y gire a la derecha. 
Este tramo transcurre junto a la llamada Vala Real de Alpiarça, un curso de agua de sesenta y cinco kilómetros que nace al este de Aranhas da Cima y desemboca en la margen izquierda del río Tajo.

Siga siempre por la orilla durante unos mil trescientos metros más, hasta llegar al puente sobre la carretera asfaltada que une Alpiarça y Santarém. Con la debida precaución, cruce la carretera y continúe de frente por un camino asfaltado. A unos cien metros, gire a la derecha en el camino de tierra que atraviesa los viñedos y, al llegar a la orilla del curso de agua, gire a la izquierda.

La historia de los viñedos y del vino del Ribatejo es muy anterior al nacimiento de Portugal, ya que fueron los romanos quienes introdujeron aquí este cultivo. Esta región de extensas llanuras junto al río Tajo está sujeta a periódicas inundaciones que mejoran la fertilidad de los suelos de aluvión, ya muy buenos de suyo para el cultivo de la vid. Los blancos son muy variados, y presentan una paleta de aromas que va desde el fresco y aromático Arinto hasta el rico y floral Fernão Pires. Los tintos están históricamente asociados a diferentes variedades nacionales y, más recientemente, a su combinación con variedades internacionales.

En esta zona ribereña se puede observar al colorido abejaruco (Merops apiaster), el ave más exótica que nos visita en primavera y verano para nidificar. Continúe por el sendero junto a la orilla unos mil doscientos metros más, hasta llegar a un camino de tierra. Gire a la derecha, pase el puente y gire de nuevo a la derecha por el sendero que transcurre a lo largo de la orilla opuesta.

Al cabo de unos seiscientos metros, cruce el pequeño puente sobre la zanja de drenaje y siga siempre de frente junto a la orilla hasta encontrar el mercado de la fruta y el merendero de Carril. Aproveche la sombra y la frescura de la densa arboleda para descansar. Continúe por la orilla y pase por debajo del arco del puente. Siga siempre de frente a lo largo de la Vala Real durante unos novecientos metros y, al empezar a ver la notable Casa dos Patudos, gire a la izquierda por el camino que transcurre junto al viñedo y después a la derecha unos cuatrocientos metros por el camino junto al caserío, hasta la carretera nacional que atraviesa Alpiarça.

Visitar la Casa dos Patudos es casi una obligación, ya sea ahora o al finalizar la ruta. Este notable conjunto arquitectónico diseñado en 1904 de acuerdo con el estilo historicista y nacionalista de la época evoca diferentes estilos del pasado y de la arquitectura popular, y recurre a técnicas de producción portuguesas en los azulejos, las guarniciones y los muebles. El interior alberga un importante legado de la cultura nacional.

Cruce la carretera nacional y gire a la derecha en dirección a la albufera. En el paredón de la presa, continúe por el lado izquierdo, avanzado por la orilla opuesta a la del inicio de la ruta. Puede seguir el sendero de tierra junto al agua o el camino empedrado y con sombra de la alameda de plátanos. Continúe unos novecientos metros más hasta encontrar un camino de tierra a su derecha. Gire aquí, y pocos metros más adelante vuelva a girar en la primera a la derecha y continúe por el monte hasta la orilla. El camino continúa unos trescientos metros más. Al llegar a la carretera principal, gire a la derecha y busque en el cierre a su izquierda el portón de entrada a la Reserva Nacional del Caballo de Sorraia. Por seguridad, cierre el portón tras de sí. Este último kilómetro transcurre por un valle de gran biodiversidad en el cual el silencio solo se ve interrumpido por el canto de las aves y el croar de las ranas. Los caballos suelen estar en un prado cerrado. Cuando vea el letrero de entrada en la Reserva, siga de frente hasta llegar al punto inicial. 


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